Segundo domingo de mayo, día de la madre.
Rebozo, que hace cuna, formando el nido, y el calor del hogar se transforma en cobijo, y al mecer la cuna cesa el llanto del que mama.
Hiciste sendas de cintas y de lanas, y en vueltas iguales, los brazos amigos se abren como aspaderas, formando la madeja que teje la trama.
Hoy y siempre, donde estés, con un ocho y una lazada, en un recuerdo festivo, te abrazan y te aman, Blanca.